sábado, 29 de mayo de 2010

Prefacio

Hoy me ha llegado el arrebato. Hoy me siento arrebatada de nuevo.

Se trata de un arrebato de segunda clase; un arrebato a medias. Ignorante, débil, no tan esplendoroso como en el pasado (si es que lo fue). Da igual, el caso es que ha sucedido. Hoy. Por fin, otra vez. Será que he estado demasiado [des]ocupada con otras cosas. No importa. No es tarde. Es más, es el día perfecto. Lo intuyo. Un recogimiento como el de antes. Una contemplación de todo y nada. Un estado tranquilamente nervioso. Una vuelta al espacio en blanco.

Ésta es mi nueva casa.

Entra y siéntate en el sofá junto a Eusebio Poncela. No tienes que hacer nada, solo MIRAR.


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