domingo, 25 de julio de 2010

La última cena

Veo. Me estremezco. No dejo de mirarte. Miro fijamente tu expresión, tus lágrimas, tus pies hinchados, tus manos temblorosas aguantando un cigarro. Te escucho hablando de congeladores y pimientos, y cuando dejas una palabra a medias y te duermes hablando, allí en tu silla de ruedas, yo sigo mirando. Miro las subidas y bajadas de tu pecho, y esos tres segundos en los que no se mueve. Son tres; los cuento: 1, 2, 3; vuelves a respirar. No dejo de mirarte por si abres los ojos y me ves. Te miro mucho ahora, pero no dejo de mirarte en el pasado. Miro atrás, miro como eras antes, recitando un poema andaluz o rascándome la espalda con tus uñas en el sofá. Quiero verte conmigo otra vez, juntas, rezando en la bañera. Quiero mirarte con mis ojos de ahora, con los del presente, con esta mirada más madura y capacitada aunque inexperta a la vez. Quiero verte como en esa foto que te sacó Antoñín, tan guapa, con tu melena peinada por mamá, con tu blusa floreada. No voy a verte más, pero en el futuro voy a intentar verte siempre así, verte como antes. Como la gran mujer que fuiste, la que dejó su tierra y crió a cuatro hijos en otro país, la abuela de otros cuatro nietos, la vecina con perrito que conoce y se gana la amistad y el respeto de sus otros vecinos con mascota. La que ama, la que lucha, la que se enfada con la vida por ser injusta y corta.

Corta como estas líneas que no sé terminar.


Foto por Raul Clemente. Revelado por Anita.

1 comentario:

  1. Anita, hacía días que no lloraba, extrañamente me cuesta llorar...
    Pero al leer tus palabras (que por cierto, no sabía que tenías un blog), me he emocionado y mucho. Como tu madre, tienes mucha capacidad para expresar con palabras toda clase de sentimientos. Me ha trastocado la manera en que has descrito el último día(los últimos, más bien)de la yaya.....y si no podía llorar, tú y tu maravillosa manera de escribir, lo has conseguido.
    Gracias Anuski, te quiero mucho!
    La Tata Grande

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