jueves, 22 de diciembre de 2011

Trayectos

De Montgat a Mataró.


10:00 a.m. La playa. Eso es lo bueno de vivir en el Maresme. Cada día contemplo durante 20 minutos el sol de invierno sobre el mar, desde mi asiento en el tren, al lado de la ventana. No conozco el sentimiento patriótico pero amo esta porción de tierra. 


Del autobús al centro comercial.


10:30 a.m. El autobús a veces se convierte en una nave espacial. Sobretodo si miras hacia delante y obvias los lados, como un caballo. Por esta galaxia urbana pasan niños correteando, dependientas fumando un cigarro en la puerta de los establecimientos, Papa Noeles que te regalan una cajita con cuatro colores. Son 15 minutos de camino a la velocidad de la (no)luz. 

De la tienda al almacén.


18:30 p.m. Camino rápido sobre las Nike, siento todo el peso de mi cuerpo sobre los pies, uno dos, uno dos. Pregunto por mi compañero pero nadie sabe nada, todos los chicos son "nuevos" o "de refuerzo", como yo. No saben de quién les hablo. Cuestión de jerarquías. El lugar dónde están los pedidos se llama "gàbia". Me vienen a la mente metáforas facilonas. Las alarmas son "aranyes". Me pregunto si algún día me las encontraré avanzando por el pasillo, al estilo Jumanji, huyendo de la cámara compacta de turno.


Del tren a casa de nuevo.


21:30 p.m. Veo a chicas en tacones y medias finas, pasando frío en un banco de la estación. Por su aspecto deduzco que se han pasado más de una hora alisándose el pelo. Yo por mi parte he picado con una tarjeta de 2 zonas, no de 3; así me ahorro un dinero. Maldigo un poco a renfe. Cruzo los dedos para que no pase el revisor. El estómago empieza a hacerme ruido, pero por suerte no todo es drama, mi madre habrá preparado algo buenísimo para cenar. Ella, Santa doméstica. Debería regalarle una corona.  

Mañana será otro día.
Otro día igual.


+ + + 

2 comentarios:

  1. Jo, me has inspirado, malandrina. Mañana prometo copiarte la estructura para escribir algo sobre las vicisitudes de hoy en Urgencias.

    Si me das permiso, claro. :)

    A ti, sí, a ti.

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  2. Cada cop que veig el mar se m'ilumina una petita part que hi ha dins meu, com si en el fons em creiés les històries inventades de petita sobre trets especials propis, la sirena de la qual parlava ma mare.

    Imagino un dia a dia així i crec que posaria una mica més de color a la meva vida.

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