Tubos de néon, bocetos sin acabar, papel de vinilo en las esquinas, tipografías varias, impresoras láser con trabajos en cola, posibles presupuestos, escuadra y cartabón, cúter, plásticos, gases que no conozco, y... un hombre apoyado en la pared.
Un minúsculo trozo de roquefort envuelto, comida para perros, un melocotón a trocitos, medio bote de mermelada, lo que sobró del potaje de ayer, un huevo frito, y... un congelador para los pimientos.
Por aquí todo anda revuelto desde que te fuiste, María. Incluso el corazón; triste, sucio y desordenado.
Andorra. Julio 2010.
Anita, me gustan mucho las fotos!
ResponderEliminarY como lo sabes... el corazon está triste, sucio y desordenado!!!
Incluso las plantas sienten su ausencia! Estan quemadas y secas! Quizas muy tristes tambien!
TIETA MACAME
Sin saberlo, siempre que entro en tu blog chafardeo y encuentro algún pequeño texto dedicado a mi madre, tu yaya....precioso como siempre; ya te lo dije una vez: tienes la gran capacidad de plasmar en palabras lo que sentimos todos (creo) y eso siempre provoca que me salga alguna que otra lagrimilla. Qué grande eres, Anita. Un abrazo enorme de tu Tata Grande. Hasta pronto!
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