Mañana viernes 15 de Marzo a las 18:30 en el Centre Cívic Pati Llimona (C/ del Regomir 3, Barcelona) habrá un visionado comentado de portfolios, entre los cuales estarán algunas fotografías de mi proyecto "When you are a stranger". Los fotógrafos Núria López Torres, Juan de Dios Pérez y Fran Simó comentarán 8 proyectos distintos, y de entre ellos se escogerá uno que pasará a ser expuesto en las instalaciones del centro cívico a partir de la segunda quincena de Abril. El evento se celebra en el contexto del PICS 2013 y la entrada es libre y gratuita. Hasta el 21 de Marzo hay programadas diferentes exposiciones, charlas y talleres.
Antes de emprender mi viaje a Nueva York he pasado noches de verano mirando fotografías de Garry Winogrand, Lee Friedlander, Robert Frank y Bruce Davidson. He visto tantas veces esta ciudad en las películas, las revistas y los museos que en cierto modo pienso que, antes de aterrizar, ya la conozco. Por mi carácter tímido y escurridizo sé que no me atreviré a pasear por la 5th Avenue haciendo fotografías a las mujeres bonitas con el gran angular, ni tampoco seré capaz de retratar descaradamente a los transeúntes que duermen, comen, aman o se pelean en el metro. Hace días que una cuestión resuena con insistencia en mi cabeza y me incomoda, y es que me pregunto si seré capaz de encontrar imágenes diferentes, no originales pero sí auténticas. Quizá mis fotografías acabaran convirtiéndose en otra copia de una copia, conformando un montón de cromos repetidos en el imaginario colectivo, una serie de carpetas con basura digital, un déjà vú infinito. ¿Podré escapar del peso del legado fotográfico del pasado? Y los americanos, ¿se habrán convertido en estereotipos? ¿Tendrán tan asumido que el resto del mundo les mira que se habrán convertido en personajes? Voy a la búsqueda de fotografías que nieguen esto, pero no sé si alcanzaré mi meta.
Exploto mi rol. Me escondo bajo la condición de turista fascinado y paso desapercibida, porque al fin y al cabo los extranjeros hacen esto, lo fotografían todo todo el tiempo. El 50 mm me ayuda en mi propósito. A veces hago ver que fotografío a mi padre cuando en realidad me interesa la mirada de la mujer que está sentada a su lado. Otras finjo que me encantan los peces tropicales para apropiarme de la mirada de la chica que contempla estos animales mientras espera el ferry que la lleve de Staten Island a Manhattan. Pienso que Susan Sontag tenía razón cuando decía que la fotografía es una respuesta a la ansiedad. En parte es esto lo que siento cuando hago un retrato furtivo a alguien. Aprieto el disparador con un poco de miedo. ¿Habrá salido suficientemente enfocada? ¿Quedará muy oscura? No puedo dudar demasiado dado que tengo un margen de unos pocos segundos antes de que este desconocido desaparezca de mi campo de visión para siempre.
Por encima del paisaje arquitectónico de esta ciudad - imponente, feroz - son ellos los que atraen mi atención. Ciudadanos, trabajadores, artesanos, estudiantes. Indios, orientales, judíos, sudamericanos. Me dejo arrastrar por todos ellos cuando salgo del metro en Union Square. Nadie se fija en mí pero yo me fijo en todo el mundo. Este montón de extraños que no recordarán mi nombre.
Exploto mi rol. Me escondo bajo la condición de turista fascinado y paso desapercibida, porque al fin y al cabo los extranjeros hacen esto, lo fotografían todo todo el tiempo. El 50 mm me ayuda en mi propósito. A veces hago ver que fotografío a mi padre cuando en realidad me interesa la mirada de la mujer que está sentada a su lado. Otras finjo que me encantan los peces tropicales para apropiarme de la mirada de la chica que contempla estos animales mientras espera el ferry que la lleve de Staten Island a Manhattan. Pienso que Susan Sontag tenía razón cuando decía que la fotografía es una respuesta a la ansiedad. En parte es esto lo que siento cuando hago un retrato furtivo a alguien. Aprieto el disparador con un poco de miedo. ¿Habrá salido suficientemente enfocada? ¿Quedará muy oscura? No puedo dudar demasiado dado que tengo un margen de unos pocos segundos antes de que este desconocido desaparezca de mi campo de visión para siempre.
Por encima del paisaje arquitectónico de esta ciudad - imponente, feroz - son ellos los que atraen mi atención. Ciudadanos, trabajadores, artesanos, estudiantes. Indios, orientales, judíos, sudamericanos. Me dejo arrastrar por todos ellos cuando salgo del metro en Union Square. Nadie se fija en mí pero yo me fijo en todo el mundo. Este montón de extraños que no recordarán mi nombre.
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